sábado, 22 de octubre de 2011

OTOÑO: EL SOL QUE NO QUEMA


Levanto la vista mientras trabajo con la azada, y mis ojos se topan con el otoño en las faldas del monte. Amarillean las hojas de los chopos contra el verde perenne de los pinos, y el sol que brilla en lo alto, ya no quema mi espalda...es otoño, esa dulce estación que es mi preferida.

Es octubre muy avanzado, y hoy hemos sembrado las habas. Como siempre: trabajo en comunidad.
Esta mañana ha ido Javi a pasar el motocultor, para nosostros "la mula mecánica", que remueve y mulle la superficie de la tierra.

Asi estaba la tierra antes...

Este es Javi en plena faena....

Y así ha quedado después de pasarle el motocultor.

Para terminar con las labores previas ha cambiado el rotovator por el rejón, y ha abierto 4 ríos (o surcos), que también se pueden hacer a azada, que es como los hicimos el año pasado.

Las habas se pueden guardar una vez secas (julio),  y así tendremos semilla para la cosecha próxima.
Yo, este año guardé las que pude, pero en previsión de que no iban a bastar para sembrar todo lo que quería, he comprado unas pocas más.
Aquí teneis la diferencia, las comprada (teñidas de rosa, por el fitosanitario protector que llevan) y las que guardé secas de nuestra propia cosecha.

 

Este año, en lugar de sembrar a cordel, hemos hecho los surcos primero, y hemos sembrado sobre ellos.

Para así poder regarlas un poco antes de taparlas, ya que el año ha sido muy seco, y la tierra no tiene humedad, y tampoco dan lluvias.
Si tarda mucho en llover una vez sembradas, se retrasará mucho la germinación y la nascencia, y puede que cuando lleguen los primeros fríos las coja recien nacidas, y se hielen. Por todo ello, como ya he dicho, he preferido regarlas, para que nazcan cuanto antes, y las heladas fuertes ya las cojan con unos 15-20 cm.

Una vez regadas, se tapan con la azada.

Si uno es "curiosito", le quedarán los ríos muy igualados y bonitos, pero tampoco es imprescindible, pues realmente las habas son bastante rústicas, y salen casi como si fueran una mala hierba.

Sobre el momento idóneo de sembrar las habas os puedo decir lo siguiente: Nosotros siempre lo hemos hecho para el Pilar (12 de octubre). Así lo hacía mi padre y así lo hicimos nosotras después. Sin embargo, este año un vecino me dijo: "para San Lucas (18 de octubre), siembras pocas y cojes muchas", y yo, que creo en la sabiduría popular, he querido probar, y aunque ya se ha hecho algo más tarde, las hemos sembrado este día hermoso de finales de octubre...y que sea lo que Dios quiera...