Bueno, mañana es San Blas, protector de la garganta. En esta zona se celebra en muchos pueblos, y se tiene la costumbre de bendecir los alimentos. Y para esta ocasión se elaboran los roscos de San Blas, unos dulces hechos con una especie de galleta y cubiertos de glasa, sobre la que se ponen dulces y adornos cuando son para los niños. Son las madrinas o las abuelas las que suelen regalar el rosco al niño.
A mi me encanta el rosco, sobre todo remojado en el vaso del café con leche. Por eso, y porque valen un riñón en la panadería, decidí buscar una buena receta para probar a hacerlos. ¿La encontré?...Claro que la encontré, en uno de mis blogs favorito, el de Piluchi, que en previsión de que se acercaba la fecha, nos enseñó un magnifico paso a paso de este dulce tradicional. Muchas gracias, Piluchi, una vez más.
El caso es que probé la semana pasada para ver como me salian y si nos gustaban...y claro que nos gustaron, sobre todo a mis hijos, y lo que más embadurnarse de glasa para bañar el rosco, y ponerle las bolitas y los dulces...
Así que hemos hecho los que llevaremos a bendecir, uno para Santi, otro para Jorge, y para Francisco, y para Alejandra, y para Nuria, y para Diana.... y luego varios pequeños, de glasa y de chocolate, para repartir entre los demás.
Hola: se ven estupendos. Me alegro que os salieran bien y que disfrutarais.
ResponderEliminarUn abrazo
que galletas mas estupendas , me tomo nota de la receta , besitos de COCINA CON CATALINA
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