viernes, 26 de noviembre de 2010

Ya ha llegado el otoño de verdad, pero de verdad. Hace frío y los días son tristones, con algo de lluvia (que ya era hora que llegara), niebla y viento. También nos sorprende alguna mañana soleada, de esas que miras por la ventana y piensas: "menudo día, con una chaqueta me arreglo", pero sin embargo sales a la calle y hay 5 grados.
Así estábamos cuando hemos decidido que tenemos que volver a plantar borraja, que es una verdura típica de la zona de La Ribera, nos gusta mucho a todos, es el primer plato perfecto de muchas comidas.
La borraja o  Borago officinalis  es una verdura exquisita que engancha para siempre al que la prueba. La mayor parte conocerá el dicho "se quedó en agua de borrajas" para denominar algo que no llegó a ser nada, o algo con poca sustancia. Sin embargo, la borraja da mucho juego. En La Ribera la usamos como verdura, pero en otros lugares se utilizan sus hojas para hacer postres, o como hierba aromática, y su infusión es diurética.

Me gustaría contar algunas anécdotas que he tenido con la borraja.
La primera tuvo lugar en una clase práctica de botaníca. Sobre las bancadas varias plantas, entre ellas una plantita de unos 25 cm, verde oscuro, llena de pelos pinchudos, flores azules. El profesor explica: esto es una mala hierba llamada borraja, y en algunos sitios como Aragón y La Rioja se la comen...Y toda la clase se vuelve hacia mí, mirándome con cara de "¡sereís salvajes! ¿os comeis esto? ¿una mala hierba?". Claro que ellos no sabían que la selección de siglos sobre esa mala hierba de flores azules había dado lugar a una variedad de flor blanca, que es la que se usa para cultivo, y la que nos comemos.
La segunda anécdota tuvo lugar un verano, cuando una amiga de La Manchuela y su familia visitaron La Rioja. Mi madre puso borraja con patata para comer, y quedaron tan gratamente sorprendidos que mi padre les dío "simiente" para que sembraran en su huerto. A los meses llamaron y dijeron: "que esto ya ha crecido mucho y tiene muchas flores, ¿qué tenemos que hacer ahora?"....Ahora ya nada, desde luego, pues cuando la borraja ha florecido para lo único que vale es para que las abejas liven, ya que sus flores les encantan.
Antes he explicado que la borraja como verdura es típica de La Ribera del Ebro en su tramo de La Rioja, Navarra y Aragón. Pero también lo es en sus zonas de influencia, como Tierra Estella, la Hoya de Huesca y la zona de Ágreda (Soria). Sin embargo, no quiero dejar pasar la ocasión de explicar lo que me ocurrió una vez en el Sur de España. Viajábamos por tierras del Norte de Granada cuando la persona que nos acompañaba nos explicó que esos campos que veíamos tan verdes eran de borraja. Alguien podía pensar que eran cultivos para abastecer los mercados del norte en los meses de invierno, cuando aquí no la hay. Pero no, tenía una explicación mucho más bonita que esa. La borraja se come también en algunas zonas de Andalucía, en aquellas que fueron repobladas con aragoneses por los Reyes Católicos después de la conquista del Reino de Granada...y estamos hablando del siglo XV.

Bueno, sigo contando la plantación de la borraja. El domingo, en un trocito de "río" que nos quedaba, plantamos unas 50 plantas de borraja a dos caras. La borraja se puede sembrar o se puede plantar. Nos decidimos por la plantación porque ya es muy tarde (en el calendario), y a pesar de que la borraja es un cultivo muy rústico, las temperaturas ya son muy bajas, con máximas que no superan los 12 y mínimas menores de 3. Además, para completar el río, plantamos unas pocas cebollas. Finalmente, todo el conjunto lo protegimos con un pequeño túnel de plástico sobre arquillos metálicos.

¿Cuando comeremos borraja?...ya os contare.

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